sábado, 17 de septiembre de 2011

Entrevista a Alejandro Lanari: Primera Parte

Le atajé un penal a Maradona en el último minuto y ganamos 1 a 0


(Por Juliana Palleros) - Cuando era chico tenía muy en claro que iba a ser doctor, pero el fútbol pudo más en la vida de Alejandro Lanari, el niño que siguió los pasos de su padre en Deportivo Italiano. Aquel guardameta de Rosario Central que salió campeón, fue capitán y hasta se dio el lujo de atajarle un penal a Diego Armando Maradona, hoy tiene su propio consultorio médico.

-¿Por qué arquero?

-“Yo aterricé en el arco por varios motivos. Uno es que si yo tenía que vivir del fútbol jugando con las piernas me moría de hambre porque no era habilidoso. Pero me destacaba en los deportes que se juegan con la mano. El puesto es muy especial, tiene una responsabilidad enorme y a mí siempre me gustaron ese tipo de desafíos. Fue una mezcla de incapacidad motriz y del gusto por las responsabilidades.”

-La gente de Deportivo Italiano le tiene un cariño muy especial, tienen una peña con su nombre.

-“Tiene una connotación importante porque mi padre jugó allí cuando se armó el club. Me llevó y empecé a jugar en el lugar donde él había jugado y de las inferiores llegué a jugar en la Primera, era uno de los chicos que se había formado y que estaba jugando en el primer equipo. Y para colmo se da que yo atajo los penales con los que Italiano asciende. Después me fui, nunca más jugué ahí, por lo tanto dejé una buena imagen y en la hinchada quedó ese recuerdo.”

-¿Cómo fue la llegada a Rosario Central?


-“Justo salimos campeones con Deportivo Italiano y llegó la oportunidad de jugar en Primera en uno de los equipos más grandes del interior, con todo lo que significaba eso para mí, estaba casado, con una hija recién nacida y tenía que mudarme a Rosario, y me faltaban materias para recibirme de médico. Una decisión compleja, pero decidí ir.”

-¿Cómo fue la relación con la hinchada rosarina?

-“Tuve una relación extraordinaria, de hecho en el segundo año empecé a ser el capitán del equipo y después estuve casi cuatro años más, era el que tenía relación con los “capos” de la hinchada. Me llevé siempre bien, en realidad nunca tuve problemas. Es más, hace poquito jugamos un partido y la recepción fue muy buena. Uno se alegra porque dejó un buen recuerdo.”

-¿Hincha de Central?

-“Totalmente. Cuando abro el diario me fijo primero cómo salió Central, después los demás.”

¿Siempre?

-“Antes era de Boca. Pero la verdad es que después empecé a jugar y viviendo en Rosario no podes no ser hincha de Central.”

-¿Cómo fue salir campeón, luego del ascenso, por primera vez en la historia en Primera División?

-“Yo llego cuando Central asciende. Fue espectacular porque era un equipo que se había formado para jugar ese año en Primera, muchos jugadores nuevos, la mayoría nos empezamos a conocer ahí. Fue una experiencia única que yo no medí en toda su magnitud en ese momento porque no lo entendía. Después cuando estuve unos años más en Rosario, me di cuenta lo que significaba lo que habíamos hecho. Es más, fue el último campeonato que ganó Central.”

-¿Qué significó el paso por México?

-“En primer lugar una hija, porque tengo una hija mexicana (risas), que fue lo mejor que me traje de allá. Y segundo estar en una institución distinta, ver el fútbol de una forma diferente, ver una sociedad que vive el fútbol de una forma distinta, jugar sin presiones y además la Universidad Autónoma de Nuevo León, donde fui a jugar, me dio la oportunidad de hacer mi especialidad médica. Podía estudiar y al mismo tiempo jugar al fútbol, fue un buen paso”, afirma a pesar de haber sido borrado por un entrenador brasileño, por el solo hecho de no querer argentinos en el plantel.

-De ahí pasaste a Racing

-“Sí. Llegué cuando agarró Cubillas, que estuvo siete u ocho fechas. Racing era un caos absoluto. El DT renunció y estuvimos trece fechas del campeonato con el técnico de la tercera. Y para que yo jugara, el club tenía que pagarle a la Federación Mexicana de Fútbol que hasta fin de año no lo hizo. Así que estuve los primeros seis meses sin poder jugar, hasta que llegó Maradona y me habilitaron. Pero estaba Nacho González de titular y solamente pude jugar dos partidos.”

-¿Cómo fue el paso por Argentinos Juniors?


-“Argentinos Juniors fue el último club en el que yo jugué de titular y con el que conseguí un campeonato de los más importantes. Una institución que llegó a salir campeona del mundo y estaba en la B, entonces hicimos campaña para conseguir el ascenso. Fue importante para mí, cuando terminé el último partido dije: ‘salimos campeones, no juego más, el fútbol me dio todo lo que me tenía que dar’. Fue un paso importante, ya a los treinta y siete años que yo tenía, salir campeón.”

-¿Qué tal fue la experiencia en Boca?

-“Simplemente a mí me convocaron porque Abbondanzieri se lastimó y necesitaban un arquero en condición de libre”. Cuando llego, al “Pato” no lo operan y puede seguir jugando, por lo tanto yo no tenía lugar y estaba como tercer arquero. Córdoba, Roberto y yo. Para esa época ya tenía mi consultorio, lo de Boca fue un paso, nada más. Pero fue la experiencia de haber puesto un pie dentro de un equipo que uno siempre lo miraba desde afuera.”

-¿Quién era tú ídolo?
-“Fillol, sin dudas sí. Yo lo veía atajar y trataba de corregir mis errores haciendo lo que él hacía.”

-¿Qué valor tuva la convocatoria a la Selección?

-“Fue de las satisfacciones más grandes que tuve en el fútbol. Estuve veintitrés partidos en la Selección, jugué uno y después entré en cuatro o cinco amistosos, pero ese que jugué los noventa minutos valió todo el sacrificio que hice toda la vida. Y sí, por su puesto me quedó pendiente la posibilidad de seguir en la Selección, porque en realidad cuando había jugado me había ido bien, pero después cuando se hizo el Mundial no me citaron así que fue una pena, no una frustración. Pero jugamos en 1991 la Copa América, salimos campeones y fui parte de ese equipo.”

Entrevista realizada en septiembre de 2010.

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